Todos sabemos, que no existe el día internacional de la madre. Durante el mes de mayo se celebra el día de la madre en distintas fechas, según el país.
En México se celebra el 10 de mayo, en España varía y este año toca el 2 de mayo.
Esta celebración se convierte en un tema comercial, dar regalos y complacer a la madre ese día.
¿Nos hemos detenido a reflexionar la importancia de la madre en la sociedad?
¿Las mujeres en general y especialmente las que somos madres, somos consientes de la responsabilidad que tenemos ante la sociedad?
¿Los hombres son conscientes de la importancia de que la mujer sea una persona capacitada y bien amueblada para contribuir positivamente en la sociedad?
¿Las mujeres en general y especialmente las que somos madres, somos conscientes de la responsabilidad que tenemos ante la sociedad?
Las mujeres somos poderosas.
Es emocionante y gratificante autodenominarse así. No es cuestión de una definición fría y sin sentido, es un concepto muy profundo y en el que quiero reflexionar y deseo que nosotras las mujeres reflexionaremos.
Las mujeres tenemos “El Poder”, poder que no debemos ceder a nadie, de educar a nuestros hijos y alumnos con los valores que los forjen como personas valiosas, y que los impulsen a ser promotores de cambios sociales, hacia una sociedad más igualitaria, libre y feliz. (Gabriela Guzmán Arnaud CEO)
Ya perdí la cuenta del número de veces que he escuchado a las mujeres quejarse de los hombres y de las desigualdades que sufrimos en la sociedad e incluso dentro del hogar.
Las activistas exigen la igualdad y el respeto, la libertad.
La solución está en el fondo y no en la superficie, exigir derechos no es algo negativo, pero es como el que toma aspirinas porque le duele la cabeza, sin preguntarse cuál es el fondo del dolor de cabeza.
La solución debe empezar por la mujer, porque es sobre nosotras que descansa el poder de educar. Si bien, en pareja debe hacerse en conjunto y bajo unos objetivos comunes, es la mujer la ejecutora y muchas veces también la directora de las normas de educación dentro del hogar.
Pocas veces nos damos cuenta de que el cambio de la sociedad está en nosotras, en la forma en que educamos y los valores que transmitimos a nuestros hijos e incluso a nuestros alumnos.
Los hombres y mujeres felices y mejor preparadas para la vida y para la transformación de su entorno social, han sido educados por mujeres y hombres, también felices y bien preparados con valores firmes.
De aquí que una buena educación y un entorno social adecuado para las mejores y satisfactorias relaciones sociales de donde brota el respeto y la igualdad, se de a raíz de una educación en valores humanos y sociales.
Ahora bien, dice el dicho: que nadie da lo que no tiene. Esto es una verdad total.
Para que la mujer pueda transmitir a sus hijos pensamientos positivos de respeto e igualdad, de participación y bondad, de compromiso y responsabilidad, etc. Es indispensable que la mujer conozca esta manera de vivir y participe de ella.
Solo así, la transmite como un poder al hijo, hombre y mujer, y estos a su vez harán lo mismo, porque quien conoce la verdad y vive en ella, pocas veces se deja seducir por el lado oscuro de la vida.
En psicología, conocemos la repetición de patrones destructivos y observamos familias donde repiten una y otra vez el mismo patrón destructivo. Pero también observamos familias que repiten los patrones constructivos y exitosos.
Debe ser nuestro obligación como mujeres, que tenemos el poder de educar, ser mujeres libres y felices, con una vida emocional consciente y presente. E incluso con una vida espiritual sana.
Muchas veces les he dicho que todo esto se aprende, y si no tuvimos la oportunidad de aprenderlo de niños en nuestros hogares o lugares donde vivimos, ahora es el momento de empezar a aprender a ser mejores personas, mujeres promotoras de cambios, no desde la queja y la exigencia de derechos e igualdad, sino desde las trincheras de la educación y el ejemplo de ser mujeres poderosas, porque en nuestra vida personal somos libres y somos capaces de transmitir, nuestros valores y nuestra forma positiva y consciente de vivir.
Todas podemos ser mejores, siempre podemos y debemos aspirar a ser una mejor versión de lo que ya somos.
¿Cómo hacerlo?
¿Cuál es el camino?
Sin duda hay muchas limitaciones que nos ponen difícil la decisión de buscar ayuda y tomar la decisión de transformarnos y llegar a tener una metamorfosis en la mujer que siempre hemos estado llamadas a ser.
Los miedos nos invaden, y siempre parece que dejar lo que ya conocemos es muy complicado y nos aferramos a lo malo por conocido que a lo bueno por conocer.
Pero las mujeres que hemos tenido la valentía de desafiar al miedo y a todas las limitaciones que teníamos como pretextos, constatamos que somos mujeres poderosas, libres, auténticas, felices.
Las que somos madres nos sentimos satisfechas de haber educado hijos que son promotores de cambios sociales y que están contribuyendo a formar una mejor sociedad. Sabemos que nuestros hijos también están educando igualmente a sus propios hijos.
Y si no eres madre eres ejemplo para otras mujeres y tu contribución social es indispensable también.
El día de la madre, que no debe ser un día al año, sino cada día del año. Es el momento para que reflexiones y decidas, ser la mejor mujer que hay dentro de ti, ser la mujer que está esperando salir y convertirse en la mujer poderosa, promotora de cambios positivos en la sociedad.
Los verdaderos cambios no son automáticos, los cambios potentes y radicales, surgen del “Riego por goteo”. En otro ocasión hablaré sobre este tema que es apasionante, significa que gota por gota de agua, consigue que el árbol crezca fuerte y bello. Pero si ese goteo es negativo, entonces crecerá cizaña.
Recuerda que siempre que sucede algo negativo, nos preguntamos: ¿No sé cómo pasó? Un día me di cuenta de esta realidad. Paso por goteo, por eso no lo viste venir,
Igual lo positivo pasa por goteo y un día ves a tu hijo convertido en un hombre potente y feliz. Participando en el cambio social.
Si conseguimos que todas las mujeres participemos en el riego por goteo de la educación, veremos sociedades diferentes. Pero somos nosotras, las que debemos empezar por cambiar nosotras mismas y regar por goteo para conseguir el cambio positivo de las sociedades.
Si tu quieres apoyar el cambio social, empieza por ti y tu familia, empieza hoy y busca ayuda.
Puedes acudir a lugares como Ilafel donde estamos capacitadas para brindarle los apoyos necesarios para que consigas ese cambio, como otras mujeres lo han conseguido ya.
Te felicito tanto si eres madre, como si lo vas a ser o si educas en los colegios, Te felicito si estas siendo tu mejor versión y estas colaborando con el riego por goteo en la transformación social.
Sin duda hay muchas limitaciones que nos ponen difícil la decisión de buscar ayuda y tomar la decisión de transformarse y llegar a tener una metamorfosis en la mujer que siempre hemos estado llamadas a ser.
Y siempre recuerda: “Ahora te toca ser Feliz”
Gabriela Guzmán Arnaud
CEO Ilafel
Máster en Educación, Inteligencia Emocional y Ciencia de la Felicidad
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